¿MORBO? ¿RECHAZO? ¿SEGURIDAD?

Si hay algo que me pone de los nervios son las dudas, y últimamente me asaltan cuales pulgas (no sé si es la edad, o las noticias en la tele, pero como quiera que sea, el resultado es el mismo).

¿Cómo debería actuar a la hora de rechazar a alguien sin tener eso que significar mal rollo? ¿Es obligatorio hacer caso siempre a nuestros seguidores o puedo ser libre, sin crear conflicto, y decirle que en esta ocasión no quiero con él sin tener que usar excusas (sin que crea que es que no quiero más con él, ni que se sienta segundo plato)? Y más aún, ¿cómo acabar con los acosadores de forma fina y educada, y que lo entiendan? Aunque ya, si alguien me acosa, implica que por mi parte, eso no va a terminar bien.

Bueno, poco a poco, porque tanta pregunta podría perdernos en reflexiones que no lleven a nada.

Hoy día es fácil encontrar un polvo, pero… ¿qué sabemos de la otra persona que encontramos tras un perfil en una red social o en un cuarto oscuro? El morbo puede apagar entonces nuestro cerebro, y hacer caer todas nuestras defensas. Invitamos a un desconocido a casa, desde el cruising o desde un bar. O vamos a su casa o su apartamento. No pensamos en qué puede pasar, y podemos estar cayendo en una situación de riesgo para nuestra propia seguridad. Esta noche en nuestra cama, y por la mañana… se fue mientras dormimos, y sin enterarnos desaparece la cartera, las llaves, ¡y qué más! No sabemos qué podría llegar a pasarnos. No me gustaría terminar desaparecido.

Pero bueno, tampoco es cuestión de ser neurótico, estar aterrorizado con cualquier persona que conozcamos y nos perdamos la oportunidad de relacionarnos sanamente con alguien.

Hay que disfrutar, pero sin arrepentimientos tardíos. Que un calentón cuando tenemos la oportunidad de tener sexo, no arruine tu vida. Pero que tampoco la arruine el miedo.

Puedes, eso sí, sentirte más seguro si cuando vas a quedar, avisas a tu mejor amigo o amiga, o a tu pareja (¡por qué no!, es quien más te cuida) cuando vayas a quedar con alguien, por si pasa algo. Así, quizás nunca sea demasiado tarde.