UNA BANDERA NO BASTA

Llega un año más el gay pride, y con él la demanda de servicios por quienes llegan a celebrarlo.

Rápidamente establecimientos de todo tipo preparan sus banderas arco iris, en un intento de atraer al público gay recién llegado, que no sabe lo que realmente se cuece detrás.

No gay-friendly, sino gay-money friendly.

Se acepta lo gay, sólo porque hay dinero por medio. Y tontos nosotros… caemos en la trampa, y perjudicamos a lo verdaderamente gay, que ha tenido que luchar por hacerse un espacio, en desigualdad de condiciones.

Es difícil reconocer estos cucos (como el pájaro que pone sus huevos en nidos ajenos, para que su pollo crezca expulsando a sus hermanastros), pero indaga un poco.

Una idea… recoge revistas (no sólo la nuestra, hay más en Maspalomas), planos, visita webs, y verás quién invierte realmente en ti, quién se atreve a “salir del armario”, quién apoya realmente lo LGBT.

Lo demás… ponlo en duda. Porque ¡una bandera, no basta!