Siempre hemos alegado que el sexo por sí no es malo. Lo que es malo es no hacerlo bien. Y puesto que el sexo ya no es un mero hecho reproductivo (menos entre hombres), el practicarlo bien, el saber jugar unos con otros y sentir y hacer sentir placer, es algo primordial.
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Hay que aprender. Hay que ver para poder decidir qué nos gusta y qué no nos gusta, y disfrutar a un nivel más profundo. Ver hasta dónde podemos llegar y qué seríamos capaces de hacer.
Y esa es nuestra intención, darte ideas, explicarte cosas, para que dejes de pensar en pecado y pienses en disfrutar, en gozar, porque es bueno.
Besar
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En las técnicas amatorias, los besos juegan un papel crucial, ya que combinan las sensaciones provenientes del gusto, el olfato y el tacto. Pueden ser intensos, suaves, fugaces, calientes, … Al beso hay que darle mucha importancia, y practicar cada tipo de ellos. Es uno de los preliminares sexuales que incluso se alarga durante el juego sexual. Lo diferenciaremos de los lametones, en los que juega un papel importante la lengua, y de los mordiscos, en el que particIpan los dientes. En el beso, los labios y la lengua, combinándose, alternándose, hacen que este juego sea gozoso.
Un amante que sepa besar, seguramente sabrá jugar mucho más.
Y no todos tienen que ser en la boca: la frente, los ojos, las mejillas, la garganta, el pecho, los pezones, zona interior de la boca, la nuca y el cuello, junto a la clavícula, son algunos de los puntos más propicios para posar nuestros labios. Combina intensidad, variedad e intención, y serás un buen besador.
Próximo número: lamer.
