A veces la realidad llega a superar con creces a la ficción, y me sorprendo al comprobar que sigo disponiendo de capacidad para el asombro. Pero que la sinrazón de algunas personas, llevada al fanatismo y a un populismo «barato», intente llegar a los Centros Educativos, me supera.
(la imagen destacada en este artículo, es la portada del documento homófobo repartido entre los Centros Educativos Españoles, a réplica de la imagen original de 1939 en que dos niños realizaban el saludo fascista a un cartel de Franco, y en este caso a una «especie» de bandera arcoiris, que ni siquiera es).
Recientemente, a los centros educativos ha llegado una carta dirigida a la dirección de los mismos, procedente de una organización a la que no pienso hacer publicidad, muy ligada con la derecha más retrógrada de este país, arremetiendo contra la igualdad y la diversidad del alumnado, y de las personas en general
Basándose en rancios argumentos insostenibles, además de intentar darles una base legal y aspecto de igualdad (ya que al parecer y según su interpretación, las leyes que tratan de evitar la discriminación lo que en verdad hacen es discriminar a los no discriminados) van desgranando razones por las que tratar la diversidad es «adoctrinamiento sexual». Por citar algunos puntos (ya que no vale la pena leer todo el documento, excepto si quieres horrorizarte con su lectura), destacaría aquellos que dicen que
3. Liquidan la libertad de enseñanza.
3. Desorientan a los niños al imponerles la «diversidad sexual».
4. Discriminan a la familia natural e imponen modelos familiares a padres, maestros y centros de enseñanza.
5. Privilegian con dinero público el adoctrinamiento sexual y entregan la educación de los niños a las organizaciones LGTB.»
Afortunadamente, menos mal que el profesorado está muy por encima de estos panfletos, y que cada vez más valoramos la diversidad, la igualdad, los derechos del alumnado y de las personas. Y para muestra, una gota que me colma mi vaso de felicidad: ver cómo las charlas sobre diversidad, son valoradas por el profesorado de forma muy positiva, a la vez que consideran que formarse en este tema es fundamental, tanto para educar, como para que actitudes como las mostradas por los y las intolerantes cada vez sean más escasas.
Harán mucho ruido, pero no olvidemos que cada vez son menos nueces.