Hombres, mujeres, intersexuales, homosexuales, heterosexuales, transexuales, cisexuales, queer, asexuales, …. etiquetas al fin y al cabo, en las que muchos no quieren ni queremos encajar, y poco a poco la sexualidad, la identidad, la atracción, se difumina, se mezcla, se combina, y pierde importancia el con quién nos acostamos.
¿Porque nos gusta una persona, porque me pone, o porque nos da morbo? Porque se supone que somos adultos, libres para decidir con quién sí y con quién no, y el único límite está en el respeto a la decisión de las otras personas: una o varias.
Y respeto también a la discreción de la otra persona, que cada uno es dueño de su vida, y la publique o no es su asunto (yo a lo mío y él a lo suyo). ¿Está acaso ahí la clave de un buen rollo, sexo, … y la felicidad? Si es tan fácil, entonces ¿por qué nos cuesta tanto llevarlo a cabo?