La presunción de heterosexualidad en el ámbito educativo es grande. Todavía se celebran días conmemorativos como el día del Padre y el día de la Madre (en infantil y primaria de muchos centros), en vez de el día de la Familia. En muchos impresos de matrícula todavía aparece una casilla para la madre y otra casilla para el padre, y todavía en clase hablamos al alumnado de tu padre y tu madre.
Pero sin embargo, a veces tenemos también pequeñas dosis de realidad, como un pequeño aviso, cuando algún alumno le dijo a su tutora aquello de “yo tengo dos madres”, dejándonos en fuera de juego total, o en la visita de familias aquella madre que te dice “es que mi hijo es gay”.
¿Cómo se sentirá aquel alumno cuando se celebre el día del padre? ¿Cómo se sentirá aquella madre cuando alguien le pregunta si su hijo tiene novia?